Sunday, December 20, 2009

Isla de Ometepe (parte II) - 28/11/2009

Decidí regresar a la isla, SJDS no me gustó y la isla me gustó mucho, entonces, por qué no?

Me bajé del ferry y le pregunté al conductor de un tráiler si me llevaba. Después de un poco de confusión y unas bocinas de los autos detrás de el, no me llevó. Unos tipos que iban en una pickup me llevaron hasta El Quino, que es donde empieza el camino de terracería hacia la parte de la isla donde está el volcán Maderas y la Finca. Intenté que una moto me llevara, pero el conductor no quizo. Después de un rato, una familia que iba en una pickup y que venía en el ferry me llevaron hasta Santa Cruz. Dado que la frecuencia de buses no es mucha y debido a la experiencia en la primera vez en el isla (caminar 8 km y no encontrar quien me llevara), al ver el bus hacia Balgüe, no lo pensé dos veces y me subí. Es como que el bus me hubiese estado esperando. Después de todo, iba a caminar el kilómetro de Balgüe hacia la Finca (subida).

Cuando llegué a la finca pensé que ya no iba a encontrar a la gente pero no fue así. Estaba sentado leyendo en la terraza del hostel (que practicamente nos apoderamos de ella) y vi pasar a Stuart, el australiano que conocí en la frontera y que me lo encontré también en SJDS. Ese mismo noche había una fiesta en el pueblo, la elección de la reina de belleza local, por lo que fuimos a investigar. El domingo resulta que iban a pasar el derby por la TV, pero en la finca no había TV, entonces, Ignacio y yo nos dedicamos a buscar un lugar en donde ver el juego. Fuimos a un hostel (Little Morgans) que el dueño es irlandés. El partido lo vimos 3 australianos, 2 catalanes y yo. De los que le íbamos al Madrid, yo era el único que sabía quienes eran. Por cierto, el Madrid perdió 1-0. El dueño del hostel, Morgan, nos llevó de regreso hasta Balgüe en su pickup. Que bueno, porque no tenía ganas de caminar de regreso. Igual nos tocó que caminar el dichoso kilómetro de subida. Y no nos cobró.

El resto de la tarde la pasé leyendo, escuchando música, componiendo mi chancla. Por la noche aprendí a jugar Yanef, un juego israelí muy entretenido.

Mi estadía en la isla estaba llegando a su fin. Era hora de moverme. Después de estar una semana (combinando la dos ocasiones). Al final, me alegro el haber regresado a la isla, pero ya era hora de cambiar de país. Necesitaba viajar solo de nuevo. Cambiar de país, Costa Rica, aunque siendo tan caro no creo ir a muchos lugares, sólo Cahuita, que está cerca de la frontera con Panamá.

El lunes lo pasé muy tranquilo. Me levanté temprano. Terminé de leer "The Kite Runner". Fue un día muy relajado. Tomé una siesta de unas dos horas, me sentía tan cansado (no sé de que) que me levanté reanimado. Encontré mi guía. Pensé en continuar sin ella, pero que bueno que la encontré.

Todos en la finca trataban de convencerme de quedarme una noche más pero ya me había decidido. Al día siguiente tenía que dormir en Costa Rica.

Voy a extrañar a la Isla de Ometepe, pero específicamente, la Finca Magdalena. Es simplemente, un lugar de puta madre. Por cierto, NO estoy arrepentido de no haber subido alguno de los volcanes. Fueron casi dos semanas las que pasé en Nicaragua, comiendo gallo pinto casi todos los días.