Creo que fui muy afortunado porque conseguí donde quedarme muy fácil, de hecho tuve hasta para escoger! Me estoy volviendo experto en enviar CS requests de último minuto porque siempre decido un día antes dónde será mi próximo destino. El fin de semana de mi llegada a Praha era el fin de semana de un evento anual que dura todo el fin de semana: 3rd Annual Cz3ch Surfing.
Fue un evento muy grande, gente de toda Europa y algunos latinoamericanos que andan viajando o que viven en Praha. Fue un evento lleno de alcohol, buenas vibras, nuevas amistades, más alcohol, días soleados, hablar español con europeos, días lluviosos, viajar en el tram y en el metro sin pagar, abrazos gratis, más alcohol, caminatas, chilenos locos.
Vine a Praha jueves, hice una entrevista de puta madre y el sábado siguiente ya estaba trabajando. Trabajé en el turno de la tarde. Lo mismo para el lunes siguiente. La prueba vendría el siguiente miércoles cuando me tocaría trabajar mi primer turno (de noche) solo. Pasó sin novedad. Pero el turno del viernes fue el divertido: en el hostel se estaban hospendado un grupo de 4 chicos de Bélgica y se encargaron de, pongámolo de esta manera, hacer divertido mi turno. Se fueron de joda y en la siguiente hora y media todos estaban de vuelta. Uno por uno regresó. Excepto el pasaporte de uno de ellos. Así de emocionante fue su última (corta) noche de fiesta en Praha. No querían salir sábado en la noche porque tenían vuelo temprano el domingo.
Durante mi segundo fin de semana recibí al visita (muy esperada) de mis amigos Pampa y Julio. Con Julio compartimos un asado en Brussel y nos tomamos un vino a la salud de Jim Morrison en París. A Pampa no lo miraba desde noviembre del año pasado. Vinieron a Praha acompañados de una chica de Letonia que se les unió en su aventura europea. Nos divertimos tanto, recordando nuestras jodas de Guate. Tratando de convercerlos para que se quedaran más tiempo en Praha y últimadamente en Europa. Aprendí mi lección: no emborracharme cuando Julio tenga a la mano la handycam (me filmó cantando The Number of the Beast).
Me encanta trabajar en el hostel. Estoy conociendo gente de todo el mundo. Literalmente! Aunque la mayoría de gente que viene son chicos europeos en sus últimos días de vacaciones antes de empezar clases de nuevo en los próximos días. Conocí a una chica de Australia que se cagó cuando le conté que mi presupuesto diario eran 5€ al día. Yo, por mi parte, me cagué cuando ella me contó que su presupuesto eran 100€ al día! y que aparte tenía 50€ en caso de emergecia para cada día. Dios mío, andaba viajando con 150€ al día!!! Yo puedo viajar con eso durante un mes!!! Pero bueno, la gente que se hospeda tiene una forma totalmente distinta de viajar a la que ya estoy acostumbrado y que me encanta! Me encanta ser un viajero pobre. No saber en dónde voy a pasar la noche. Dormir en gasolineras cagándome del frío. Compartir almuerzos con inmigrantes africanos (deliciosa comida por cierto). Conocer gente en la carretera. Me encanta ni siquiera saber si voy a llegar a mi destino, es decir, si voy a terminar en otro lado. Como cuando iba a København y terminé en Møn durmiendo en un VW bus. Si me pregunta si lo haría de nuevo, mi respuesta es: CON LOS OJOS CERRADOS!!!!