Es gracioso escuchar las historias de la carretara cada vez que me reuno con los otros. O escuchar de gente que acabo de conocer que estaban en el mismo lugar al mismo tiempo que yo, pero igual, no los conocía.
El primer ride fuera de BCN fue un chico en un GTI MK2 con motor G60. Me dejó en un lugar no muy bueno, cerca de la autovía. Luego, otro chico que quizá pensó mejor llevarme (porque la primera vez me dijo que no) me dejó en un lugar donde pasaban más camiones. 1 hora más tarde conseguí mi primer ride hacia un pueblo llamado Cervero. De ahí hasta llegar a Bilbao (al día siguiente poco después de 7 de la mañana) viajé solamente en camiones. Hablando con español que llevaba piezas a la planta Seat y tratando de hablar en portugués (y escuchando heavy metal en ruso) con un camionero de Ucrania que vive en Lisboa. Ambos rides conseguidos muy rápido.
Como me preguntara Jotas: "sos de los que dicen que el autostop en España no es tan difícil o de lo que creen que es una mierda?". Soy de la opinión de los que dicen que no es malo. También creo que es muy parecido a hacer autostop en Guatemala, sólo de día. A diferencia de Holanda donde ya lo hice de noche y como me daría cuenta posteriormente en Portugal.
Roberto iba a Bilbao. Al principio me dijo que no podía llevar a ningún pasajero, pero después de charlar con el y ofrecerle un libro (sin esperar nada a cambio), me dijo que si a las 3 de la mañana no había conseguido como salir de Zaragoza, el con mucho gusto me llevaba. Pensé "a las 3 ya tengo que estar durmiendo en Bilbao...". A las 2.30 fui al parque a buscarlo, estaba entrando a Bilbao poco después de las 7 de la mañana.
Bilbo (así es el nombre en euskera) es una ciudad que logró combinar de una manera maravillosa la arquitectura clásica con la moderna. Es una ciudad donde hay edificios muy antiguos y por otro lado está el Guggenheim. En el centro se combinan ambos estilos arquitectónicos. Al visitar una ciudad, al menos para mi, es más importante compartir con mi gente de la ciudad que andar "turistiando" y tomando fotos por todos lados. Cierto, hay cosas que quiero ver (en Bilbao, me moría de ganas de ir al Guggenheim, por lo menos lo vi. Por fuera). Bilbo no fue la excepción. Dos buenos amigos míos viven en ahí. Ainara, a quien no miraba desde hacía unos meses. Nos perdimos la despedida en Guate, ella andaba en Bolivia cuando yo salí de Guate y mi vasquito / guindito favorito: Miguel; a quien no mirabab desde la Semana Santa del año pasado. Gracias Ainara por convencerme y quedarme en Bilbo y no ir a San Sebastian! Bilbo: estate listo que voy a regresar!
Salir de Bilbo costó un poco, hitchwiki sólo indicaba cómo ir al Este, hacia San Sebastian y no al Oeste fumbo a Portugal, porque lo seguí los consejos de mi vasquito favorito y empezé a hacer dedo justo antes de la entrada a la autovía. Poco más de una hora más tarde un curo me dejaba en Castro Urdiales donde un chico de Panamá me llevaría a otro lugar donde un empresario me llevaría a la rotonda donde hice reír a mucha gente con el letrero de "no mordemos" y que después de ver un BMW con placas portuguesas y gritar a todo pulmón PORTUGAL, Arlindo se detuviera y me llevara a 220 kph hasta Portugal.
Después de que un camionero rumano que hablaba perfecto español me dejara en una gasolinera y que luego de un ride a Porto y esperar mucho tiempo en una gasolinera, pero que valiera la pena porque el chico que me llevó a una gasolinera en medio de la nada a la mitad de la noche, me llevó a un festival medieval en la ciudad d Santa Maria da Feira. Después me enteraría de que unos chicos alemanes que conocí en Lisboa también estaban en el mismo festival al mismo tiempo que yo.
Estaba en la gasolinera, casi no habían carros para preguntar si me podían llevar al sur, cerca de Lisboa. Luego de la nada apareció un camión de correos. El conductor no pensó dos veces y accedió en llevarme hasta Coimbra, a la mitad del camino hacia Lisboa. Me sorprendió con la facilidad que accediera a llevarme, sabiendo que no sólo era prohibido por la ley sino que la compañía no se lo permitía. Me dejó en la gasolinera antes de Coimbra, pero 5 minutos después ya iba rumbo a Lisboa. Para esto eran pasado de la 1 de la madrugada. Estaba llegando a Lisboa alrededor de las 4 de la mañana. Después de hacer un pequeña escala en Montijo para descargar y tomar un chocholate, me dejó a unas cuantas calles de Casa Amarela, el lugar donde me quedaría. Casa Amarela es un lugar de squatt de PUTA MADRE!!! Federico me envió las indicaciones de cómo llegar pero las recibí un par de horas después de haber llegado. Dormí en la entrada a un edificio de apartementos.
Me reuní en Lisboa con Sma, Patryk, Federico, Matt, Valentina, el vino portugués (ay que rico!)
Tendría que ser poeta para poder describir lo bella que una ciudad como Lisboa. Es totalmente distinta al resto de Europa. Es una mezcla de Europa con Latinoamérica? Uno no puede caminar una calle sin suder como cerdo. Hasta ahora Lisboa es una de mis ciudades favoritas, solamente después de Xela y creo que a la misma altura que Antwerpen (lo siento mis amigos de Antwerpen, pero no puedo mentir)
Como todas las cosas buenas se tiene que terminar, así se tenía que terminar mi estado en Lisboa. Pero me voy con la promesa de regresar.
Me tomó 85 horas llegar de Lisboa a Ausgsburg en el Sur de Alemania. Durmiendo en gasolineras en Portugal y Francia. Aceptando la generosidad de extraños. Conociendo el paijsaje portugués, español y francés que si no hubiese hecho dedo nunca lo hubiese conosido.
Mucha gente dice que hacer dedo en España es una mierda. Yo soy de los que dicen que no es tan difícil. Sólo, quizá, hay que ser un poco creativo.
Dormí todo el fin de semana en gasolineras, pero si lo tengo que volver a hacer... lo hago cono los dedos cerrados. Me han dejado en medio de la nada literalemente! Tuve que caminar un par de kilómetros a la orilla de la autopista rogando que no se apareciera ninguna autopatrulla de los Gendarmerie, afortunadamente, no apareció ninguno. Escuché una historia de un chico de Brasil que terminó en la cárcel por una noche por caminar a la orilla de la carretera. He escuchado tanta historia de los caminos que a veces simplemente me da miedo el simple hecho de estar a la orilla de la autovía/autostrada/autobahn o cómo le quieran llamar.
Conclusión: si tengo que vivir lo que viví al ir haciendo a Portugal una vez más (o varias), lo hago sin pensar, con lo ojos cerrados, con la ñurda y demás formas para decir que si!
Me tomó 85 horas llegar de Lisboa a Ausgsburg en el Sur de Alemania. Durmiendo en gasolineras en Portugal y Francia. Aceptando la generosidad de extraños. Conociendo el paijsaje portugués, español y francés que si no hubiese hecho dedo nunca lo hubiese conosido.
Mucha gente dice que hacer dedo en España es una mierda. Yo soy de los que dicen que no es tan difícil. Sólo, quizá, hay que ser un poco creativo.
Dormí todo el fin de semana en gasolineras, pero si lo tengo que volver a hacer... lo hago cono los dedos cerrados. Me han dejado en medio de la nada literalemente! Tuve que caminar un par de kilómetros a la orilla de la autopista rogando que no se apareciera ninguna autopatrulla de los Gendarmerie, afortunadamente, no apareció ninguno. Escuché una historia de un chico de Brasil que terminó en la cárcel por una noche por caminar a la orilla de la carretera. He escuchado tanta historia de los caminos que a veces simplemente me da miedo el simple hecho de estar a la orilla de la autovía/autostrada/autobahn o cómo le quieran llamar.
Conclusión: si tengo que vivir lo que viví al ir haciendo a Portugal una vez más (o varias), lo hago sin pensar, con lo ojos cerrados, con la ñurda y demás formas para decir que si!