Natalie y Morten nos fueron a traer a casa de Daniel y luego nos llevaron a donde había quedado en reunirme con Pipijn. Eran las 10 de la mañana cuando salimos de KBN. Todavía pasamos por una señora a un pueblo del otro lado del puente de Østbroen. Después íbamos rumbo a Holanda.
En Alemania, al contrario que en Dinamarca, el verano es muy caliente. La temperatura llegó a los 39,5 grados centígrados. El auto no tenía aire acondicionado y estuvimos trabado en un embotellamiento de tránsito de 20 kilómetros y 2 horas. La mayor parte del cual lo pasé dormido, afortunadamente.
Eran casi las 20.00 cuando estaba en las afuera de Zwolle, en medio de la nada en la campiña holandesa. Después de preguntar un poco, íbamos camino a Utrecht con un camionero letonio muy amable, que hablaba: alemán, francés, inglés, polaco. Pero ninguno a la perfección, léase, casi nada. Pero aún así nos la ingeniamos para "conversar".
Era casi la media noche y estábamos en una gasolinera 7 kilómetros después de Utrecht en dirección de Rotterdam. Media hora después íbamos camino a otra gasolinera para seguir nuestro camino a Amsterdam. El conductor no hablaba muy bien el inglés, por lo que entendió que queríamos ir a la estación del tren (dijimos en inglés: petrol station). Una vez dentro de la estación tomamos el tren de la media noche rumbo a A'dam.
En Amsterdam nos quedaríamos en Casa Robino, pero nos costó, o mejor dicho, no la encontramos esa noche. Dormimos en un parque que estaba cerca.
Jass, el CSer que conocí en "The Floating City" me dijo que Amsterdam no ma había gustado del todo porque no conocí la gente adecuada. Vaya si no tenía razón! La gente que conocí en la Casa es de lo mejor! El "mood" que se vive en la Casa es siempre estar feliz. Todo se comparte.
Estaba en Amsterdam para la final del mundial, pero de algo estoy seguro: los que sí saben celebrar el fútbol son los alemanes. El Fan Park de A'dam no se compara para nada con el Fan Park de Hamburgo, que no siquiera es el más grande de Alemania.
Mientras estaba en Amsterdam descubrí que es posible hacer dedo en los canales! Aunque no es para ir de una ciudad a otra (duh!) es sólo para "crusing" por los canales. Estábamos sentados a la orilla del canal y empezamos a hacer dedo. Unos chicos holandeses nos llevaron y terminamos paseando por los canales por 6 horas.
También descubrí que aún hay gente buena en el mundo (pero también mala). Gente mala, o no mala, pero mala onda: la mesera que no sacó del club donde estábamos y estaba lloviend fuertísimo. Gente buena, el señor que nos recogió (a 4 personas) y nos llevó a la Casa. Cuando íbamos nos pregunta: "a dónde es que van, el clima es muy malo, los voy a ir a dejar hasta su destino"; escuchando música clásica.
Por cierto, esta vez sí fui al barrio de las putas. No quería ir, pero ya que estábamos ahí, hay para todos los gustos!