Si han leído algunas entradas del año pasado sabrán que aún estoy en proceso de sobreponerme al miedo de volar, y sobre todo si es en ventana. Un método que he estado usando es el volar precisamente en ventana. En una ocasión realmente pensé que no había sido buena idea. El vuelo de Nueva York hacia Keflavík me tocó el asiento de enmedio. Ese lugar realmente no me gusta, prefiero la ventana (ahora) o el pasillo. El vuelo realmente no fue largo, fueron poco 5 horas. El tío Dave me recomendó que escogiera ventana del lado izquierdo del avión. Me tocó del lado derecho. Cada lado tenía sus ventajas quizá. Por el lado izquierdo pude haber visto Groenlandia (Greenland en inglés, pero está cubierta de hielo). Pero, por el lado derecho, pude ver algo que siempre había querido ver: el sol de medianoche! Bueno, casi de media noche, pero igual.
Estaba algo nervioso al entrar a Europa. La primera vez que fui, entré por Francia y ni siquiera conseguí que sellaran mi pasaporte. He escuchado historias de personas que se les ha negado la entrada, que les piden boleto de regreso o hacia otro destino, seguro, que sé yo. Total, en buen chapín, estaba bien ahuevado (tenía mucho miedo). Me bajé del avión, caminé hacia migración pero como no había mucha cola pase casi inmediatamente. La policia que me atendió, que no estaba nada mal por cierto, solamente me preguntó cuánto tiempo iba a estar en Europa y ya estaba dentro!
Cuando llegué a la terminal aún era de día. Busqué una banca donde acomodarme y me dormí un rato. Había quedado en reunirme en Reykjavík con un Couchsurfer, amigo de mi amiga Katrín, por la mañana. No quería pagar los 12 euros que costaba (cada viaje) de y hacia la ciudad, por lo que a las 7 salí del aeropuerto y después de preguntar por donde se iba a Reykjavík me dispuse a hacer dedo. El clima era "templado". Si, por lo visto para los islandeses templado significa 8C. Me estaba cagando del frío! Solamente aguanté una hora, después fue de vuelta a comprar un sandwich super caro y regresar a la terminal a seguir durmiendo. Fue una pena que no pude llegar a la ciudad, me hubiese gustado mucho. Igual, como dormí mucho, puesto que no logré dormir en el avión, dormí un buen rato en el aeropuerto. Entre siestas, comidas, actualzaciones de blogs e intento de autostop, ya era hora de abordar de nuevo el avión que me llevaría a Bruselas. Al menos logré una que otra buena foto de un glaciar desde el aire ya rumbo al continente.
Algo que me llamó la atención fue ver una "coffee shop" donde solamente vendían café de Guatemala! Me hizo sentir muy orgulloso de ser chapín.
Durante el vuelo hacia Bruselas, mientras el vuelo pasó sobre Escocia, sucedió algo que no muy fácil lo voy a borrar de mi mente: en dos ocasiones volamos sobre otro avión! El primero, pasó tan cerca (en dirección contraria) que pude identificar muy bien al Airbus A320 de British Airways. El otro fue un vuelo en dirección perpendicular, pero no logré identificar ni el avión ni la línea aérea. Me cagué, léase me dio mucho miedo.