Chicago es una ciudad multicultural. Muchas personas de muchos origenes conviven en el mismo espacio. El transporte público es muy bueno. Hay buses por todos lados. El tren, 'L', de "elevated" es bien chilero!
En un mapa todo se mira muy cerca, es decir, se puede tener una idea que algo está lejos, pero realmente, no se puede observar la distancia real. Cometí este error al tomar el tren al Wrigley Field y de ahí me fui caminando más o menos 12 kilómetros hasta el Millenium Park en el centro de Chicago. Fue una caminata muy larga, pero muy agradable por la Lakeshore Drive.
Me recuerdo que en el vídeo de "Where the hell is Matt" hay un parte en Chicago, en "The Bean". Por lo que lo fui a buscar, está en Millenium Park. Es increíble!
Como toda gran ciudad, los museos no podían faltar. Lamentablemente, dado a mi viaje de muy bajo presupuesto, sólo pude ir a 2. Los días en los que era gratis! El primero fue el Chicago History Museum. Fue interesante conocer algunos datos de cómo fue la ciudad antes. Que antes de Hollywood, Chicago fue la "meca" del cine. Pero el museo que realmente me movió el tapete, fue el Museum of Contemporary Art. Sencillamente es increíble!
Pero, mi tiempo en Chicago con mi amiga Ariel y su familia -que me trataron como de la familia a las 15 segundos de haberlos conocido- tenía que terminar.
Preparé mi especialidad para la cena que cociné: Boxboles y arroz con pepita.
Después de más de una semana de estar en Chi-Town, tenía que empezar a moverme hacie el Este. Ahora le tocaba el turno a Detroit y el evento de Couchsurfing, el Detroit Couch Crash.