El 14 de noviembre empezo el gran viaje que había querido hacer por más de un año, que por una u otra razón había pospuesto, y que, por una u otra razón lo empezé tan repentinamente.
No me gusta planear, por lo tanto no lo voy a hacer. En su lugar, les voy a llamar ideas. La razón por la que no me gustan los planes es porque si no se cumplen me podría descepcionar.
Tomé el bus hacia la frontera con Honduras. De la frontera voy a San Pedro Sula. Traté de hacer dedo. Así esperaba llegar hasta Costa Rica, donde terminaría la primera fase del viaje. La primera de no sé cuántas...
Después de cinco horas y media, al fin llegué a Hondura. La primera impresión fue: "qué, ya estoy en Honduras?". Me quedé una noche en un pueblito costero que se llama Omoa. La segunda impresión en el país fue que ya no podía decir: "pero si soy chapín". Omoa no es nada del otro mundo. En el hostel que me hospedé tenía tantas reglas que era molesto el sólo leerlas. Al día siguiente salí para SPS a visitar a mi amigo Darío.
No me gusta planear, por lo tanto no lo voy a hacer. En su lugar, les voy a llamar ideas. La razón por la que no me gustan los planes es porque si no se cumplen me podría descepcionar.
Tomé el bus hacia la frontera con Honduras. De la frontera voy a San Pedro Sula. Traté de hacer dedo. Así esperaba llegar hasta Costa Rica, donde terminaría la primera fase del viaje. La primera de no sé cuántas...
Después de cinco horas y media, al fin llegué a Hondura. La primera impresión fue: "qué, ya estoy en Honduras?". Me quedé una noche en un pueblito costero que se llama Omoa. La segunda impresión en el país fue que ya no podía decir: "pero si soy chapín". Omoa no es nada del otro mundo. En el hostel que me hospedé tenía tantas reglas que era molesto el sólo leerlas. Al día siguiente salí para SPS a visitar a mi amigo Darío.