Después de salir del hostel más o menos a las 6.30 de la mañana, salí a la carretera a hacer autospot. Había un bus que estaba próximo a salir, por lo que decidí tomarlo hacia Puerto Cortés. Después de todo imaginé que había más tránsito de Cortés hacia SPS que de Omoa a Cortés.
Esperé unos 10 minutos y después de que unos tipos me insultaran, un bus paró y me preguntaron si iba a SPS. Dije que si. "Veníte", me dijeron. "No tengo dinero" les contesté. "Subíte, vas a ser el de la buena suerte" y así fue mi primera experiencia de autostop en Honduras: en un bus!
En la terminal de SPS me junté con Darío, que me hizo sentir como que estuviera en mi casa. También en la terminal sucedió algo que me llamó mucho la atención. Había una mariposa dentro de la terminal. Nadie le puso atención, incluso, en el tiempo que la estuve viendo, se salvó varias veces de que la pisaran.
Fui a conocer el centro de la ciudad y probé lo que yo creo es lo más rico que he probado hasta ahora: baleadas; que no son más que una tortilla de harina con frijoles, huevo, queso, crema y mantequilla. De alguna forma terminamos en el City Mall. 15 minutos y afuera. Fue bueno sentir el aire acondicionado en el calor de la ciudad.
Regresamos a su casa y cenamos una típica cena hondureña, que no es muy distinta a una cena chapina. La hija de Darío, Stephie es relinda!
Internetié un mogollón (me gusta usar palabras aprendidas de mis amigos) . Me hubiese gustado pasar dos días en SPS en lugar de haber pasado una noche en Omoa.